miércoles, 10 de octubre de 2012

Somebody that I used to know...

Antes pensaba que éramos inseparables. Gracias a una coincidencia, pasamos un año juntas en clase. Era genial. Podría escribir un libro entero contando las risas que nos echábamos, los recuerdos idiotas que tenemos, las fotos que nos hemos sacado... Nos llamábamos mútuamente con muchos nombres extraños. La gente nos tomaba por locas, pero simplemente éramos amigas que vivían la vida. Pasaba mucho tiempo conmigo, y yo con ella. Era como mi alma gemela, mi otra mitad. Pero de lo que no me daba cuenta era de que estaba viviendo en una mentira.

Este año las cosas han cambiado. Las clases se han repartido de otro modo, y ya no estoy con ella en casi ninguna asignatura. La han colocado con sus amigas, a las cuales aprecia mucho. Y, nada más empezar el curso, me he dado cuenta de que nuestra amistad anterior no era real. Ya casi no me habla. Está todo el rato con sus otras amigas, qué, por cierto, también son amigas mías. Desde que empezó el curso casi no hemos hablado. Me he dado cuenta de que todo era una mentira. Sólo se comportaba así conmigo porque no tenía a nadie más con quien estar. Se ha convertido en alguien a quien solía conocer. 


¿Duele? Por supuesto. ¿Me gustaría arreglarlo? No lo dudaría. Pero las dos somos tan orgullosas que nadie va a dar el primer paso. Lo bueno de esto es que me ha hecho ver quiénes son realmente mis amigos. Esos que harían cualquier cosa por ti, que empiezan las conversaciones, que siguen como siempre aunque nos separen de clase, que te ayudan cuando más lo necesitas. Ésos son mis verdaderos amigos. Tendré que hacerme a la idea de que este año ha sido una pura mentira. Volveré a empezar otra vez, sin ella. Me olvidaré de todos los momentos increíbles (aunque falsos) que hemos vivido juntas. Si quiere acabar con mi amistad, no voy a impedírselo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario